martes, 6 de octubre de 2009

Poema (hilo conductor del relato)

El agujero en el caigo se hace cada vez más angosto.
Me traga, me chupa, me saborea.
No soy esa voz que inunda de palabras sin sentido.
No soy, pero puedo ser miles.
-Porqué te gustan tanto?

Una sensación cíclica recorre mi cuerpo,
siento ser parte del engranaje de alguna maquina que me hace caminar, seguir, actuar
No calenté sus tostadas hoy,
y eso va a hacer que despierte confundida,
sin el olor a pan quemado entrando por las ranuras de su habitación,
por donde sale su olor fresco, a jabón, a piel tensa, suave.

Me desvanezco en infinitas partículas, soy casi imperceptible.
No tengo peso, ni materia, ni órganos en los que la sangre fluye como una rompiente en el que las olas me atrapan y me succionan… un agujero gris, oscuro, infinito.

-Porqué te gustan tanto?
-Porque tienen olor a...
recuerdo, incienso, en la iglesia...

Es espeso. Mis pies se hunden cada vez más.
Mis manos no alcanzan a tocarla..la veo, me sonríe, mis uñas rasguñan su vestido..se escapa.

-Porqué te gustan tanto?
-Porque tienen sabor a...
aceite, extraño, amargo, muy salado…

Es espeso. El olor de mis recuerdos me resulta nauseabundo.
Vomito las entrañas, salen de mi cuerpo muñecas mutiladas: escupo sus cabezas, me atraganto con sus piernas.

-Porqué te gustan tanto?
-Porque tienen el color...
El color, un color, ese color, cual color?…

Es espeso y mi voz se convierte en infinitas melodías que se pierden en ese agujero negro que me traga, me chupa, me saborea.

No te vayas hoy, no puedo alcanzarte.
Tus manos de colores pintan mi rostro
Tus dedos de colores pintan mi rostro
Tus uñas de colores pintan mi rostro
Tus poros de colores pintan mi rostro

Porqué te gustan tanto?
-Porque tienen el color de tus ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario